En España
Las hermanas de la Misericordia, atentas al llamado de la Iglesia, responden a un pedido de ayuda para el mantenimiento en el hogar de personas ancianas y dependientes.
El 29 de mayo de 1993, las hermanas dejan Madrid para abrir una nueva comunidad en Manzanares, Ciudad Real. Monseñor Rafael decía en su homilía:
« No hay que tener miedo: Dios sabe lo que nos conviene. Hoy recibimos una prueba más de ese amoroso cuidado de Dios para con nosotros. Nos ha enviado este grupo de Hermanas de la Misericordia, que llegan a nuestro pueblo, y a nuestra diócesis, a compartir con nosotros la preocupación por los enfermos. Os recibimos como un verdadero regalo de Dios.”
Desde entonces cada una de las hermanas da testimonio de la Misericordia y de la ternura de Dios hacia cada hombre.